martes, 7 de julio de 2009

BREATHE

CAPITULO 1


1.1 UN CALLEJON

Era una fría noche de diciembre en Northville, uno de esos pueblillos por los que pasa una eternidad y nada cambia.
La nieve caía suavemente por las calles cubriéndolas de una blanquecina capa. En un callejón del centro del pueblo un joven de 18 años fumaba un cigarrillo recargado contra la pared de ladrillos. Fijaba sus ojos azules en un perro desgarbado que comía gustoso de una bolsa de basura cerca del contenedor del restaurante donde trabajaba.
De pronto salió trastabillando una joven por la puerta de servicio, ahuyentando al perro que se alejó en silencio en la oscuridad de la noche.
La chica que vestía el uniforme de mesero del restaurante lloraba cubriéndose el rostro con las manos.
El tipo se mantuvo en silencio, dándose cuenta que la muchacha estaba ajena a su presencia.

Joven del cigarro
(Con una voz rasposa por el frío)
¿Estás bien?

Dando un grito por la sorpresa la muchacha retrocedió, tropezando con las bolsas de basura y cayendo de espaldas al piso.

JOVEN DEL CIGARRO
(Con tono preocupado)
Oye, ¿estás bien?

La joven desconcertada, se quedó viendo al joven con una expresión de confusión pues su rostro le resultaba familiar.

Mesera desconcertada

¿Jason?, ¿Jason O’Donnelly?

Jason

Tiempo sin verte Ally, te ves bien…
Al menos para la situación en la que te encuentras.

La joven se dio cuenta que estaba tendida sobre una pila de basura que el perro había estado hurgando. Sonrojándose extendió una mano a Jason, quien tratando de contener una risa le ayudó a levantarse y sutilmente le quitó un pedazo de aluminio que le había quedado pegado en el cabello.

Allison

Gracias. Demonios, se arruinó el uniforme… Bueno, no lo voy a necesitar más después de todo. Jacques me despidió. Confundí una orden de la mesa 4 y cuando me di cuenta me puse nerviosa y al retirarles la orden tire la bandeja, ¡oh Dios mío soy tan estúpida!.

Jason tiró al piso lo poco que quedaba de su cigarro, exhalando el humo que aun traía en la boca tras dar un último jalón. Desatándose el mandil que le cubría un pantalón de mezclilla desgastado y una playera de manga larga de los Ramones. En silencio lo comenzó a doblar mientras Ally se sentaba en los escalones de la entrada de servicio abrazándose las rodillas y recargando su mentón entre ellas.

Jason

Bueno, es un empleo de mierda después de todo. También es mi último día. Mamá no me crió para lavar platos en esta pocilga… Pero te deberías levantar de ese escalón, esta frío y te van a salir hemorroides.

Allison nuevamente se sonrojó, levantándose de golpe ante el comentario tan directo, algo sorprendida pues normalmente todos los chicos con los que andaba jamás hubiera mencionado algo como hemorroides.

Jason

Esta haciendo un frío del carajo, voy por mi chamarra, ¿quieres que traiga tu abrigo?

Ally

Por favor ¿podrías? No quiero regresar adentro después de cómo me gritó. Me hizo sentir tan mal…

Jason

Claro, ¿dejaste algo en tu locker? Le puedo decir a María que lo saque por mí.

Ally

¿María?

Jason
(Con un tono burlón)
Sí, María, la aprendiz de chef, ya sabes cabello negro, ojos miel, acento latino, un trasero de lujo. María.

Ally
(Desconcertada por la forma de expresarse)
Eh, no, vengo con el uniforme normalmente, mi madre me deja y me recoge… Oh Dios, ¡Mi mamá me recoge hasta la media noche y son apenas las ocho, ¡¿Qué voy a hacer mientras?!

Jason

No te preocupes, ¿sigues viviendo en Oak verdad?, mi auto está a la vuelta, yo te paso a dejar.

ALLY

¿En serio? ¡Mil gracias Jay! No puedo creer que suerte tengo de haberte encontrado aquí.


Sin decir más Jason entró por la puerta de servicio dejando fuera a Allison, quien con una sonrisa amplia se sentía alegre de no encontrarse sola en esos momentos. Pensó que Jason parecía exactamente el mismo chico con el que pasaba todo el tiempo recorriendo el vecindario. Vivía a un par de casas de distancia de la suya y sus madres eran amigas desde la preparatoria.





1.2 POR LA CALLE OAK DE LOS RECUERDOS

Ally se quedó parada en silencio con los brazos cruzados para mitigar el frío mientras espera a Jason, y comienza recordar cuándo fue que lo conoció, se hace una transición al pasado en los recuerdos de la joven.

Narradora

En el verano de 1989 el mundo se veía bastante parecido a como es hoy, al menos en la calle Oak, escondida en lo profundo de un suburbio de clase media de Northville, llena de parejas jóvenes con hijos, entre ellos Roger y Helen Leland, padres de Ally, quienes con el reciente nacimiento de Jack, el menor de los hermanos, y las constantes demandas por atención de Mary la segunda hija de la pareja, no había mucho tiempo para su hija mayor…


La escena empieza desde una habitación para niños donde la madre de Allison, una mujer joven da su biberón a un pequeño que carga en brazos. Seguimos los recuerdos hasta la sala donde Roger se encuentra tratando tranquilizar a Mary quien hace una rabieta pues quiere que le regalen un perro para su cumpleaños.
Ally se encuentra sentada en el porche de su casa observando a los demás niños de la cuadra jugando; con un libro del Dr. Seuss en el regazo, es una niña de 7 años bonita a su manera, sin embargo unos lentes de armazón grueso que esconden sus ojos verdes y unos frenos llevan a pensar lo contrario a los demás chicos de su edad, quienes no la invitan a jugar con ellos.
De pronto una bellota la golpea en un costado de la cabeza.
Ella se queja volteando de inmediato para encontrar a un chico de cabello castaño oscuro sonriéndole desde el barandal del porche donde se encuentra sentado, meciendo los pies de atrás para adelante.

Ally a los 7

Auch, eso dolió Jason, ¿Por qué siempre eres tan idiota?

Jason a los 9

Porque te lo mereces, ¿qué haces sentada ahí como abuela? Es un bello día y tu lo andas desperdiciando.

Ally a los 7

¡Estaba leyendo sabes?

Jason a los 9
(En tono burlón)
Con el libro cerrado… muy bien, me tienes que enseñar algún día. ¿Quieres venir a ver una película a mi casa? Mis padres salieron y mi hermana me está cuidando, pero esta con su novio entonces no le importa lo que hagamos.


Con una sonrisa de oreja a oreja asintió y corrió dentro de su casa.

Ally a Los 7

Mamá, voy a ir a casa de los O’Donnelly regreso a la hora de cenar.

Helen

Ok nena, salúdame al Sr. O’Donnelly, dile que lo vemos en la noche para jugar cartas.

La pequeña asintiendo dejó su libro en una mesita para el correo cerca de la entrada y salió disparada por la puerta.
Desde la ventana de la sala Roger observó con una sonrisa como el par de traviesos corría hacia la casa del chico, Helen lo rodeo con sus brazos por la espalda y recargó su mentón en su hombro.

Roger

¿Crees que sea buena idea? Ya sabes cómo están las cosas con Joe y Sarah…

Asintiendo, el semblante de Roger se tornó un poco serio sin perder la sonrisa.
Helen

Sí, pero Joe me dijo que está más preocupado por sus hijos que por cualquier otra cosa, Ally y Jason se conocen desde que nacieron, y sabes como son, si alguien puede ayudar a ese niño en estos momentos es nuestra pequeña.


1.3 DE VUELTA A LA REALIDAD


Los recuerdos de Ally se interrumpieron cuando Jason salió nuevamente por la puerta del restaurante con su abrigo y el de ella bajo el brazo.



Jason

¿Es esta tu chaqueta verdad?

Ally

Sí, muchas gracias… ¿Jacques seguía enojado? Debería pedirle una disculpa y tal vez me regrese el empleo.
Ya viene Navidad y necesito el dinero para comprar regalos para mi familia y para…

Jason
(Interrumpiendo)
Tu novio el Sr. All American.

Ally

¿Se peleó contigo hace un tiempo no verdad? El siempre que te ve en la escuela dice que eres un cretino.

Jason

¿Y tú le crees?

Ally
(En un tono burlón)
Pues claro, ¡eres un cretino! Pero el también lo es a veces, por lo que no entiendo como no se llevan bien.


Jason
(Riendo suavemente)
Pues tienes razón en eso, yo mismo no me simpatizo mucho, pero eso no tiene mucho que ver, no le agrado mucho a tu novio porque sé emplear palabras de más de dos silabas y eso le provoca dolor de cabeza.

Ally
(Con un tono más serio)
¿Por qué te saliste del equipo? Eras de los mejores jugadores, fácilmente podrías tener una beca.

Haciendo una mueca como de confusión y desagrado Jason negó con la cabeza mientras prendía un cigarrillo. Con un ademán indicándole a Ally que le siguiera, comenzó a caminar fuera del callejón. Mientras caminaban continuó la conversación.

Jason
(Hablando con el cigarro en la boca)
Pues porque en el baloncesto recibes muchas lesiones en los dedos, y ahora que la banda está comenzando a sonar lo que menos necesitamos es que el guitarrista se rompa algo.

Ally

¿Tienes una banda?

La pregunta provocó una fuerte risotada al momento que llegaban al Charger 78 de Jason, quien tiró la llave del auto al momento. Ally soltó a reír también, apenada en un principio sin embargo tan contagioso era el sentimiento que evocaba la risa de Jason; quien lucía tan serio; que un momento embarazoso se tornó en un rato sumamente agradable.

Narradora

Esa noche Jason y Allison charlaron largo rato en el camino de regreso a la calle Oak. Jason le narró acerca de Dewey, Nate y Barry, los miembros de Polar, su banda de garaje, quienes a pesar de lucir como engendros, eran tipos geniales. Le contó de Darla y de María las chicas con las que había salido durante el bachillerato, la ultima mayor que el por seis años.
Allison describió con detalle cómo había crecido tanto Jack, de quien Jason solo tenía recuerdos como de un chiquillo llorón en pañales, ahora era una estrella del equipo de futbol americano de su secundaria, con promesas de becas para las mejores universidades del estado. Mary por otro lado no había cambiado mucho en el paso de los años, era una junior en el bachillerato y ya era el centro de atención de todos, siendo bonita como su hermana pero tres veces más ostentosa. Así conduciendo lento por las nevadas calles de Northville, Jason estacionó frente a la casa de Ally.


Estacionados frente a la casa de Ally, que lucía igual que hacían 10 años, Jason encendió un cigarro, cosa que no había hecho desde que se subió al auto. Ally temblorosa por el frío se asió de la manilla de la puerta con una sonrisa.

Ally

Gracias por el paseo me dio mucho gusto verte. ¿No quieres pasar a saludar a mis padres? Les daría mucho gusto verte.

Jason

(Dando un jalón a su cigarro)
Nah, ya es algo tarde y lo menos que deben querer es alguien cayendo de improvisto.

Ally

Tom viene todo el tiempo a estas horas…

Jason

Mas razón para no hacerlo, vayan a pensar que soy igual de idiota que él.

Ally

Oye, basta con eso, puede que no sea el mejor tipo del mundo pero me adora y me trata muy bien.

Jason

Recuerdame mandarle al congreso una carta para que le den una medalla.

Ally

¿Por qué eres tan cretino? Tom nunca te ha hecho nada malo, y tú te la pasas hablando mal de él y provocándolo en la escuela.

Jason

Lo siento pero soy alérgico a los imbéciles sin cuello, pero en fin, eso no es mi problema sino el tuyo.

Ally

¿Sabes? Tienes razón, es MI problema y como tal te agradecería que no te metas con MIS problemas. Especialmente cuando ese problema es MI novio. Tu mamá te debió enseñar a ser más sensi…


El tiempo pareció detenerse por unos instantes, Ally no había pensado en lo que estaba diciendo, distraída por lo acalorado de la discusión había olvidado con quien hablaba.


Narradora

Ally había olvidado la razón por la que ya no veían a Jason en el vecindario como hacían 10 años atrás. Ally olvidó que la madre de Jason sufrió cáncer durante varios años, consumiéndose lentamente. Ally olvidó aquel día cuando vio por la ventana del salón de clases a Jason y a su padre saliendo más temprano de la escuela. Ally olvidó que Jason no estuvo en su casa ese día, ni el siguiente, no fue a la escuela durante una semana, y después no lo vio ni siquiera durante las vacaciones de Navidad. Ally había olvidado que la madre de Jason había fallecido ese mismo día 10 años atrás.

Ally quedo enmudecida durante varios minutos. Jason terminó su cigarro y encendió otro de inmediato. Ally acabó por bajar del auto sin decir una sola palabra. Jason arrancó y lentamente dio vuelta en la esquina.

Narradora

Esa fue la última vez que Allison vería a Jason por mucho tiempo. Al día siguiente se enteraría que Jason había sido arrestado esa noche al llegar a su casa. Había golpeado a Jacques en el restaurante.
Esa fue la última gota que derramó el vaso, pues ese incidente provocó su expulsión de la escuela.
Ally se graduaría el siguiente verano, y Jason se mudaría a Detroit con su padre después de una semana en prisión.
Allison estudiaría Publicidad en la Universidad de Michigan al poco tiempo, mientras que Jason trataría de salir adelante con Polar, su banda, cuyos integrantes siguieron a Jay a Detroit al terminar la escuela.
Jamás imaginarían que el tiempo volvería a reunirlos de forma insospechada.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Here we Kum

Buenas noches mis estimados lectores, un cordial saludo para todos, aquí me encuentro viendo la tele este martes checando Río Ink y congelándome pues hace un frío de la rechingada , y honestamente me cuesta decir que se me antoja más: estar en las playas de Río de Janeiro o hacerme otro Tattoo… aunque el calorcito y las hermosas mujeres con escasa ropa son un atractivo bastante importante, el tatuaje por otro lado es de por vida, además que los que ya tienen uno, saben que la sensación es adictiva. El tatuaje ha pasado a lo largo de la historia como un rito de pasaje, no tan chido como el bersekergang de los vikingos, o la krypteia de los espartanos, pero mucho mejor que el Bar Mitzvah o los quince años. Adoptado por muchas culturas desde tiempos antiguos el tatuaje ha sido una forma de expresión, un símbolo de pertenencia y a veces un simple desliz de vanidad.

En lo personal mi tatuaje me encanta, y si ustedes se van a hacer uno tengan en mente que lo que se están poniendo se va a quedar ahí pues el laser si quita el tatuaje pero deja una cicatriz bastante gacha y pues prefiero que piensen que fui pandillero o algo así por tener un tatuaje a que piensen que mis papás me apagaban los cigarros en la espalda o algo así. Yo recomendaría que pensaran con cuidado que es lo que se van a poner, y no se vayan por el flash [así se le llama a la mayoría de lo que los estudios de tatuaje exhibe en catálogos] y mejor busquen un diseño que les guste, o platíquenle su idea al artista.

Si les preocupa la cuestión del trabajo pues tampoco se hagan algo en la cara o las manos, y si el patrón les anda pidiendo que se quiten la ropa, tienen un peor problema que la discriminación por tatuajes. También hay que tener en cuenta que el tatuarse cada vez es más socialmente aceptado, y los actuales patrones ya son de una generación perforada y tatuada, por lo que no llegan a hacerla tanto de tos. Pues los dejo con pensamientos de agujas atravesando sus pieles y tierras cálidas llenas de bellas mujeres y buen futbol. Buena vibra

jueves, 23 de octubre de 2008

Guacala que Rico

Saludos verdaderos creyentes! He aquí su humilde orate de costumbre vertiendo aberraciones, divagaciones, y todo tipo de pensamiento nocivo en letras para contaminar sus mentes con un poquito de mi óptica apocalíptica del mundo cotidiano que nos rodea y nos aplica la montonera. Pues como lo prometido es deuda, hoy les voy a dar mi punto de vista en un tema que nos ofende, nos da risa, o no entendemos por completo pero que nos atañe a todos: Ser Naco.

La omnisapiente Wikipedia nos da su definición particular:

"Naco es un término mexicano que se utiliza para describir a las personas consideradas como de mal gusto, de pésimos modales, limitado nivel cultural, que goza de la destrucción de moralidad y propiedad ajena, o de bajo nivel de refinamiento. Describe también a personas que experimentan placer por realizar estas acciones o emitir comentarios con estas características sin importar su nivel socioeconómico, educativo y cultural, sucede en personas que habitan lugares extravagantes de las ciudades y en los peores barrios, ni sus preferencias de cualquier índole. Esta palabra se suele emplear despectivamente para referirse a algo o alguien que difiere cultural o socialmente de un determinado grupo. Esta acepción no está reconocida por la RAE, la cual define naco simplemente como sinónimo de indígena, probablemente originado de totonaco o del Náhuatl naca que significa carne o pueblo."

Según esto el término lo populariza el "Pirrurris" [mi brother el Güicho de Alba] en sus presentaciones, como el "inguesu" del Adal Ramones, se comenzó a hacer palabrita de moda, y hoy en día todo mundo la usa indiscriminadamente. Pues vayamos por partes, y como dijo mi súper dude el Chucho, "que lance la primera piedra aquel que esté libre de toda culpa" a lo que yo le contribuyo el corolario: "y aguas si me fijo quién fue, hijos de la chingada". Vamos a definir quién entra en la categoría de mal gusto, pésimos modales y limitado nivel cultural, dejen pienso… pues todos no? La chica súper fresa de la universidad de paga que vestidita con sus pants Puma, sus lentes Gucci y su bolsa LV [Luis Viton, que le hacen a la mamada que son fayuqueras], que en media conversación recibe una alerta en su Nextel y por altavoz se pone a platicar, haciendo como si estuviera sola en medio de la nada valiéndole madres su interlocutor; el pseudointelectual que se precia de leer a Mario Benedetti y a… Mario Benedetti, porque fuera de eso nomas lee la revista chilango y ya por eso se siente docto en todo tema de actualidad, pero le preguntas que opina respecto a la crisis económica que estamos viviendo y si tiene relación con el desplome del 29, y piensa que le estás hablando de un terremoto; y el chavo que se pone su pañoleta estilo 50 cent, su playera mugrienta y los pantalones a media nalga y se siente Daddy Yankee y se anda mamaseando a cualquier chava que se le cruza; todos califican a mi gusto en gente de mal gusto, pésimos modales y limitado nivel cultural. Todos son nacos.

Pero esto es un crítica? La verdad no, yo también soy un naco, vean el blog nada más y verán incontables muestras de mi lenguaje soez y bajo, así como mis gustos extravagantes, y visiones prejuiciadas. Pero creo que estoy en mi derecho, como todos ustedes lo están. Santo Tomas Aquino, sería feliz si hubiera esa sociedad donde todos son responsables, corteses, cultos y resuelven sus diferencias a través de la razón y el dialogo. Pero por algo ese compa fumaba caca de chango y escribió su Utopía. Utopía dicese de chaqueta mental similar a la neta: chida pero inalcanzable. En vía de mientras hay que aceptar el mundo como es. Practicar la tolerancia, y evitar la ignorancia. Es bien sabido por todos los que conocen este espacio desde su aparición hace casi un año, que nada más no trago a los emos… bueno no trago casi a nadie, pero a los emos especialmente, pues me parece que ya muy jodido esta el mundo como para que haya alguien que fomente una subcultura que exalta la tristeza. Pero de que tienen su derecho a ser pendejos, pues lo tienen, y estoy dispuesto a defender ese derecho inalienable de estos chavos del flequito, pues si anduviéramos chingando a todos los que no piensan igual a nosotros viviríamos en el fascismo.

Lo importante creo yo es ser honestos con nosotros mismos, pasarla bien y tratar de no chingar a nadie en el proceso. Por tanto la próxima vez que menosprecies a un "naco" piensa que te estas autogoleando.


 


 


 

miércoles, 22 de octubre de 2008

De Coloquios y Guerra.

Qué onda mi querida banda, he aquí su estimadísimo neurótico escritor de la blogosfera reportando desde el frente de batalla. Vengo con muy buen sabor de boca [no tuve sexo oral (tristemente)] después de la enriquecedora experiencia de andar en un Coloquio de Comunicación organizado por la Universidad de las Américas. [Un coloquio de hecho es una conversación entre dos personas, esto fue más bien un congreso, pero el nombre suena mamón, como que más de caché] donde tuve un taller de fotoperiodismo, y asistí a unas conferencias bastante cotorras, por lo menos mas chidas que a las que estoy acostumbrado. Digo una de las últimas que tuve fue la de el papá de una vieja que va a mi universidad, que fue gerente de un Cinepolis, y por momentos nos fue a platicar la hazaña de poner un carrete de película en el proyector nada que ver con un Vicepresidente de Marketing para Universal Music que hoy nos contaba de cómo lanzaron a Control Machete y las estrategias de mercadeo que usan para Molotov y Café Tacuba. Pues como que nada que ver las experiencias pero sienta precedente para lo que espera uno de un congreso de Ciencias de la Comunicación.

Conocí también a una española súper buen pedo, que su meta es volverse fotoperiodista de guerra, estilo Álvaro Ybarra, un fotógrafo cuya existencia desconocía hasta el día de hoy, sin embargo me voy enterando que en el campo del periodismo actual es toda una personalidad tomando fotos en Irak, Colombia, Ruanda siempre al filo del peligro este vasco loco [como todo gran fotógrafo]. Pues mis respetos de mujer, la neta pocos tienen los cojones, [me abstengo de decir huevos en honor a la hermana nación ibérica de donde son este Ybarra y la chamaca en cuestión] de estar tomando fotografías en plena zona de conflicto. En lo personal, pienso que yo no sería capaz. No por miedo a salir lastimado o perder la vida, sino porque de estar en medio de un enfrentamiento armado, yo dejaría mi cámara y tomaría el arma del primer fulano que cayera muerto cerca de mí, y probablemente me sumergiría en la violencia. No soy un héroe, ni mucho menos tengo un deseo de muerte. Solo pienso que me sería difícil estar entre tanta desesperación y no hacer nada, ver a los soldados a los que les tomabas una foto sonriendo cinco minutos antes desparramados en el piso por pisar una mina terrestre, en ese sentido soy un mal fotógrafo, yo no le tomaría fotos a esos soldados sin estar dispuesto a sudar sangre con ellos. Decía Platón: "los únicos que han visto el fin de las guerras son los muertos" pero aun con tantos siglos de por medio nomás no aprendemos.

Volviendo a temas alegres fue bonito estar de regreso en esa universidad tan simpática, ver a las chicas bonitas, estar entre los jardines en un día soleado, convivir con los extranjeros que rondan en ropas típicas fuera del falso patriotismo con el que algunos locales las ostentan; ah que lugar esa UDLA. Hasta me quita lo gruñón andar por allá. Pero no se preocupen, seguro para mañana ya estoy encabronado con el mundo de nuevo.

Como siento que ya me ando extendiendo mucho en cada entrada por hoy aquí la dejamos, nada más les dejo comentado que la siguiente entrada va a tratar de un tema que me llama la atención últimamente. Ser Naco. Yo soy naco… y ustedes? No? Ya veremos. Buena Vibra.

P.D y a petición del Undé Pornstar pondré viejas cachondas y un video cagado.


 


 

miércoles, 15 de octubre de 2008

The King in Yellow

Saludos mis queridos lectores, con este post termino mi serie de Libros Ficticios. Sí, como escucharon, el Necronomicon, Hamster Hooey and the Gooey Kablooie, y The King in Yellow, son libros que no existen. A pesar de que hayan visto el Necronomicon en la feria del libro, a pesar de que uno de sus cuates lo tenga escondido bajo la cama, a pesar de que lo mencionan en chingomil películas, NO EXISTE. Aparece por primera vez en Los Sabuesos, una historia corta de H.P Lovecraft que escribió por ahí de1927. Pero bueno nunca faltará el necio que insiste que vio al chupacabras en persona. Bueno, pasando a otras cosas, quisiera comentarles que estoy al borde de la locura. No de la locura normal que me caracteriza, sino de la mala, de la que hace que te lleven a la casa de los colchones y las batas blancas, y no es un spa del lugar del que hablo, sino la casa de la risa, o manicomio para los cuates. Llevo 3 días sin dormir prácticamente nada, y ya probé de todo, contar borreguitos, tomar leche caliente, hacer ejercicio antes de dormir, pincharme el dedo con una rueca, comer una manzana envenenada, pero solo he tenido éxito en que llegaran dos príncipes que me querían dar un beso, pero les rompí la madre por atrevidos. Por otra parte este tipo de situaciones me hacen apreciar esas horas que pasamos aplastados sobre nuestras camas babeando la almohada. Pues ahora los dejo con el principio de una historia que estoy desarrollando espero les guste. Buena Vibra y dulces sueños para ustedes que pueden dormir.


 

El sonido de la lluvia era tranquilizante, cayendo sobre mi cabeza, bajando por mi rostro y precipitándose sobre mis hombros, empapándome, dándome la sensación de seguir vivo. No estoy seguro si lo estoy, no sé en realidad como definir si estoy o no vivo. ¿Acaso se está vivo solo porque el corazón aun late? O es porque yo estoy aquí, en medio de este cementerio frente a su tumba extrañándola, aunque ella no se encuentra aquí.

Al menos no su cuerpo. La lápida finamente tallada de un bloque de mármol, tiene inscrito su nombre, las flores que le dejan sobre la tierra, tienen su recuerdo grabado en los corazones de quienes quedamos atrás. Pero el ataúd de cedro negro tres metros bajo tierra, en realidad está vacío.

Me destroza no saber qué habrá sido de su cuerpo. Nunca lo encontramos. Y con los dioses como testigos, nadie puede decir que alguna vez desistí en mis esfuerzos por hallarlo. Aun no lo he hecho. De cuando en cuando me aventuro en las ruinas, entre escombros de piedra y madera deambulo por las mañanas en la neblina. Con una mezcla de temor y esperanza trato de encontrarla como la recuerdo, aun sabiendo que pasado tanto tiempo sólo encontraré huesos cubiertos por telas putrefactas. Pero no han dejado mi mente sus ojos verdes y su cabello castaño.

La lluvia esta arreciando, se vuelve casi ensordecedora. Pero solo casi.

Escucho sus pasos, cautelosos, esquivando charcos y ramas, pisando primero con la punta de los dedos y lentamente apoyando el resto de la planta. Avanzan sigilosamente, casi imperceptibles, pero solo casi. Cometieron un error.

Avanzan con sus espadas desenvainadas, y para alguien con la experiencia necesaria, el sonido del agua golpeando el acero es casi tan característico como el de copas de cristal chocando una contra otra. Suspiro con pesadumbre, pues esto va a ser difícil, obviamente son profesionales, de lo contrario sus respiraciones serían agitadas. No es fácil matar a un hombre a sangre fría, hace falta temple para hundir el acero en la tierna carne palpitante, para no vacilar cuando se escucha el hueso partiéndose o cuando se hacen suplicas por piedad ahogadas por la sangre.

Viene el primero, no me cuesta mucho esquivarlo girándome hacia un costado, pues claramente no es un jovencito, su pujar mientras corre hacia a mí y la precisión con la que iba a atravesarme el cuello lo deja claro. Además que solo un veterano es así de ambicioso, un asesino con menos experiencia sabe que atacando hacia el torso hay menos oportunidad de fallar. No puede esquivar cuando le pongo el pie y cae de bruces contra el lodo.

Al final he sido yo el que se confió demasiado. Veo cómo por el frente de mi abdomen sale una hoja de metal, atravesó el peto de mi vieja coraza, a través de piel y hueso rompiéndome las costillas. Otra perfora mi costado con un fuerte giro, es claro el sonido del metal de mi armadura doblándose por la fuerza y la velocidad del ataque. Me deja de rodillas. El viejo se levanta, se limpia el rostro y maldice, viéndome con desprecio. De reojo me doy cuenta que los que me han pescado con sus armas no son otros sino los que se encontraban en las ruinas el otro día.

Debí suponer que algo se traían entre manos.

El viejo les pide a los otros dos que me sostengan mientras recoge su arma. Una espada corta, lengua de fuego les llaman, por la curvatura sinuosa de la hoja. Diseñadas para causar dolor, no para verdugos, sino para torturadores. Armas crueles, para gente cruel.

Camina lentamente y se para frente a mí con una fría y torcida sonrisa, alzándola sobre su cabeza con la punta dirigida a mi corazón. Es descortés, me quiere ejecutar sin embargo no me ha preguntado mi ultima voluntad, probablemente piensa que no puedo hablar siquiera.

Lanza un golpe directo, atraviesa mi pecho. Un golpe letal. Casi.

Gran sorpresa se llevo cuando sostuve la fría hoja de metal con fuerza. Atónito, el viejo se quedo paralizado cuando con vio la facilidad con la que se partió el metal en mi mano. Al incorporarme estiré ambos brazos a mis costados empujando a varios metros a los matones. Uno se estrelló con fuerza contra una lápida rompiéndola, y probablemente causándole la muerte instantáneamente.

El otro chocó contra un árbol, encajándose su hombro con una rama, por lo que comenzó a gritar con fuerza. El hombre viejo dio un par de pasos y tropezó, aterrizando sobre su trasero. Boquiabierto me observó con los ojos casi desorbitados. Me retiré la capucha, revelando mis cuencas vacías, y mi óseo rostro. Me costó alcanzar la espada que me había penetrado por la espalda, así que mejor la rompí a la altura de la empuñadura y deslice la hoja fuera de mi cuerpo. La lancé hacia el tipo en el árbol, después de todo estaba sufriendo. Con un sonido seco el metal atravesó su rostro y su forcejeo cesó.

Me volví hacia el viejo y de dentro de mis cuencas surgieron un par de pequeñas luces, que según he escuchado de mis semejantes, no son más que el fulgor de la furia que los eternos llevamos por dentro. Mi nueva voz, grave y cavernosa, como surgida de las profundidades de una oscuridad misteriosa, pues ya no habita lengua entre mi paladar y mi quijada, reverberó en sus oídos.

Dije: "Es tiempo de respuestas"